A menudo se nos acusa a los ciudadanos/as
de vivir por encima de nuestras posibilidades, de tener un sistema
sanitario público que no nos podemos permitir y una educación pública
poco eficiente.
Hemos sido atemorizados y engañados con la crisis para que cualquier política sea entendida como la única posible. Los ciudadanos/as han de entender que disminuya el gasto social, que se les recorten sus derechos, su salario y que se limiten sus condiciones de vida. Los ciudadanos han de entender que en tiempos de crisis la igualdad de oportunidades carece de importancia y que la redistribución de la renta es un abuso sobre la libertad individual.
Estamos siendo adoctrinados que no existe otro
sistema que el de la libertad individual por encima de la sociedad, que
el estado debe ser un mero defensor de la propiedad privada y un ente
que socializa las pérdidas y privatiza los beneficios.
Se considera que la injerencia pública es en todo
momento perjudicial para el sistema, y que este, los individuos, la
sociedad y los mercados, dejados en absoluta libertad, son garantía de
progreso.
Al mismo tiempo, los defensores de este pensamiento
único, frecuentan los paraísos fiscales (Bárcenas, Díaz Ferran), cometen o permiten
los abusos de poder tanto en lo público como en los privado (Díaz
Ferran, Cañete, Rato), se olvidan del conflicto de intereses que hay cuando se
gestiona lo público para obtener un beneficio personal privado (Rato, Urdangarin, Juan José Güemes),
regulan amnistías fiscales donde lavar sus beneficios extraoficiales (Bárcenas),
llevan a cabo indultos que permiten devolver favores (Tomás Gómez Arrabal, María Teresa Mesa Pernia, Fermín Muñoz Armero, Antonio Pérez Postigo, Constancio Alvarado, José Manuel Sánchez Donoso, Luis Calle Fernández, Miguel Escudero Arias-Dávila) pasan por alto la
diferencia entre el poder de negociación del empresario y el trabajador
(Díaz Ferran, Rosell).
El neoliberalismo hace bueno el refrán de
"el dinero atrae al dinero", concentrándolo en pocas manos, únicos
individuos a los que si llega el progreso.
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